Es mucho más fácil ir sola al supermercado para escoger las cosas que necesitamos en casa, pero cuando los niños también quieren participar, es una buena opción para darles lecciones de vida.
Una madre junto a su hija estaban en una tienda cuando de pronto ven a un hombre totalmente sucio y lleno de tatuajes que también entró al lugar. Se trataba de Andy Rose, quien lucía así porque había estado trabajando con sus manos durante el día.
La niña no dejó de mirarlo pero su madre le decía que no lo hiciera más. Finalmente se ubicó detrás de ellas en la fila para pagar y la pequeña siguió mirándolo.
Cuando salieron de la tienda, el hombre escuchó que su madre le dijo a su hija: “Es por eso que debes ir a la escuela”.
Pero Rose no soportó esta situación de prejuicio y se acercó a ella para conversar. Publicó en Facebook qué pasó y cómo abordó la situación:
“No solo tengo un diploma de escuela secundaria, también tengo un título universitario y muchas certificaciones médicas. Así que asumir que no tengo educación debido a mi apariencia es bastante ignorante en sí.
En segundo lugar, si le dices a tu hija que permanezca en la escuela porque tengo tatuajes en mis brazos, eso realmente suprimirá su creatividad y potencialmente obstaculizará su imaginación a medida que se desarrolle.
Son una representación de mi orgullo en mi país y mi servicio en múltiples viajes de combate como médico de operaciones especiales.
Gano mucho dinero, tengo beneficios y puedo mantener a mi familia sin problemas. Entonces, mi apariencia no refleja nada respecto a mi nivel de inteligencia o a la búsqueda de un nivel más alto de educación.
Que tenga un buen día y trate de no juzgar a las personas antes de saber sobre ellas. Buena suerte con su pequeña niña”.
Al final de la publicación, Rose aseguró que necesitaba urgentemente una ducha.