Un pedo es algo totalmente natural, tanto los humanos como los animales debemos expulsar los gases atrapados en nuestro cuerpo y ésta es una de las mejores formas para eliminarlos.
Pero para que alguien se tire un pedo enfrente de otro debe existir mucha confianza, incluso si se trata de perros y gatos.
El perro de la casa dormía plácidamente sobre una cama, mientras a su lado el gato lo miraba con atención, esperando que algo así sucediera.
Cuando el perro se tiró un estruendoso pedo, imposible de ignorar, el gato actuó y le hizo saber su desagrado por contaminar el ambiente.
El gato acumuló toda su ira y le dio un gran puñetazo en la cabeza al pobre perro que no entiende muy bien qué pasó.