“Es una abrumadora sensación de alivio” dijo el hombre al salir de la prisión.
Tras el anunció de exoneración de Robert Duboise por un asesinato en Tampas en 1983, por parte de la Oficina del Fiscal del Estado de Hillsborough, este logró salir un día después por la puerta con alambrado de púas de la Institución Correccional Hardee.
Afuera lo esperaban su madre y hermana y uno de los abogados que logró que al fin Robert fuese liberado. “Es una abrumadora sensación de alivio”, dijo Duboise según Tampa Bay Times.
“No tengo espacio en mi vida para la amargura. Si mantienes el odio y la amargura en tu corazón, simplemente te roba la alegría de todo lo demás”. Ante la pregunta de que era lo primero que deseaba hacer, él dijo que era algo que ya había hecho y que era abrazar a su madre.
Un juez despejó el camino para que Robert saliera de prisión.
Tras escuchar a un asistente del fiscal estatal y a un abogado del Proyecto de Inocencia, el juez de circuito de Hillsborough, Christopher Nash, dijo que no parecía haber ninguna base fáctica o legal que respaldara la condena de este hombre.
Así fue como un juez enmendó la cadena perpetua hasta la que entonces estaba sometido el hombre y estableció una audiencia para el 14 de septiembre para que los abogados trabajen y anulen la condena.
Duboise hoy tiene 55 años y fue puesto en prisión en 1983. Él fue condenado por asesinar a Barbara Grams de 19 años, mujer que fue violada y golpeada mientras volvía del trabajo en un restaurant de un centro comercial de Tampa, hacía su casa.
Las pruebas que habían en el caso eran marcas de mordidas que hoy fueron halladas poco confiables y en el testimonio de un informante en la cárcel, factor común en condenas que son injustas.
Duboise había sido condenado a muerte, pero tras apelar su pena se había reducido a cadena perpetua.
Las muestras tenían ADN de dos hombres, uno de los cuales ahora es de interés en el caso.
Duboise salió de la cárcel con una polera negra y pantalones claros. Además se acercó a los micrófonos y a las cámaras de televisión junto a su madre cuyo nombre es Myra y junto a su hermana Harriet.
Antes de este giro, Duboise sólo tenía la esperanza de la libertad condicional.
Su abogado le contó sobre las muestras de ADN y le dijo que alguien lo visitaría para tomar una muestras de él. Luego de algunos días le comunicó: “Vas a ser libre”.
Ahora este hombre no sabe bien como enfrentar el futuro, pero en la cárcel aprendió plomería y como reparar el aire acondicionado.