El año 2013, Maria Kang se convirtió en una mujer muy odiada, todo porque en su cuenta de Facebook publicó una imagen en donde aparecía junto a sus tres hijos luciendo un cuerpo escultural, junto a la frase “¿Cuál es tu excusa?”
Los usuarios, molestos por su publicación, la trataron de “perra narcisista” y la fotografía tuvo que ser eliminada de Facebook.
“Solo soy como cualquier otra mamá. Soy una mamá real”, dijo Maria, pero ya se había convertido en la mujer más odiada de las redes sociales.
Pero María siguió con su objetivo y junto a otras madres formó el movimiento “Madres sin excusas”, el cual buscaba que las madres tuvieran un estado físico excelente luego de ser tener a sus hijos.
Se trataba de ofrecer gimnasios gratuitos a todas la madres que acababan de dar a luz, ya que la organización era sin fines de lucros.
Pero María en realidad no es la única madre que se jacta de tener una bonita figura durante y después del embarazo, ya que también hay muchas celebridades que parecen nunca haber pasado 9 meses con un bebé en su vientre, como Hilaria Baldwin.
Pero para María, su cuerpo siempre fue una prioridad y mucho de eso debido a los problemas de salud que sufrió su madre.
“A mi madre le diagnosticaron diabetes a los 20 años, sufrió un ataque al corazón a los 30 y a los 40 le tuvieran que transplantar un riñón. Sus problemas de salud siempre me llamaron la atención. Yo no le quiero dar el mismo ejemplo a mis hijos”
– Maria Kang
Por lo mismo María se apuntaba a todos los concursos de belleza que podía, incluso a los 16 años ganó por primera vez.
“Lo que la gente no se da cuenta cuando tiene exceso de peso es que es egoísta porque es un poco como ser un adicto a las drogas. Afecta a la toda la familia. es doloroso”
– María Kang
Así María Kang se había convertido en la mujer más odiada del país. Pero todo cambió hasta hace un par de meses atrás.
La revista People la contactó para saber qué era de su vida y fue ahí cuando todo el mundo supo que la madre escultural, ahora lucía así:
Pasaron algunos años desde que María comenzó todo este debate y ahora la vemos muy distinta a como era. Sus hijos crecieron y ya no le queda mucho tiempo para ir al gimnasio. Además se separó de su esposo, lo que la llevó a una depresión de la que poco a poco se ha ido recuperando.
“Dejé de sentirme hermosa. Como la mayoría de las madres, mi pelo está siempre en un moño, mi vida está siempre en movimiento y mis objetivos de fitness son siempre una de mis últimas prioridades. Luché con motivación, pero he ganado algo de peso y estoy experimentando problemas maritales difíciles. Dejo que el mundo me consumiera este año pasado. Dejé eventos, personas y cosas influyentes en mi percepción de mí mismo y me sentí literalmente rota”
– María Kang
Ahora ella es mucho más sencilla y quizás aprendió que es hay cosas más importantes que lucir bien todo el tiempo.