Cuando niño, el abuelo de este hombre de Hertfordshire le había regalado una bolsa llena de monedas para que jugara con ellas. Y es que ese abuelo había sido un pirata hacía muchos años.
Según contó el nieto:
Mi abuelo había viajado por todo el mundo debido a su trabajo y había coleccionado varias monedas de varios países que había visitado. Me dio una bolsa de monedas para que jugara (yo estaba interesado en piratas y tesoros) cuando era niño… Cuando el tiempo pasó, estas monedas estaban guardadas en bolsas y cajas y las había olvidado hasta que mi abuelo falleció.
Luego volví a observar las monedas, recordando las historias que había inventado sobre ellas cuando era pequeño, y luego se las di a mi hijo para que jugara con ellas y las pusiera en su caja de tesoros. Mi hijo ha estado jugando con estas monedas como yo lo hice hace muchos años.
Pero resulta que una de esas monedas sí era un tesoro real: una moneda guinea de oro que data de los tiempos de la reina Anna fue hallado entre el montón. Esta moneda había sido incautada de un barco español por los británicos en la bahía de Vigo, en el año 1702.
Hoy, la moneda tiene un valor de unos 250 mil euros (unos 280 mil dólares). Nada mal.
¡Qué increíble descubrimiento!
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