Cuando das vueltas en la noche sin poder dormir te aferras a tu manta que al parecer tiene un super poder para que podamos conciliar el sueño incluso cuando hace calor.
Ahora te ayudaremos a entender esto.
Nos ayuda a regular la temperatura de nuestro cuerpo
Nuestro cuerpo regula internamente la temperatura interna pero cuando dormimos perdemos ese control y buscamos una solución externa y son las mantas las que nos ayudan a mantener la temperatura.
Las mantas son parte de nuestra rutina de sueño
Somos seres de hábitos y por eso necesitamos nuestras mantas. Las hemos usado desde siempre y eso ahora es parte de nuestra rutina. Cuando nos vamos a la cama y nos tapamos, nuestro cerebro sabe que es hora de dormir.
Las mantas reducen el estrés y la ansiedad
Las mantas nos ayudan a dormir
La mantas crean un microclima donde la temperatura no varía mucho, calentando nuestra piel para que el frío circundante fuera no nos afecte tanto. Así nos dormimos a gusto y tenemos un sueño reparador.
Nos protegen y hacen que nos sintamos seguros
Las mantas nos dan una sensación de seguridad. Cuando éramos niños y teníamos y teníamos miedo a la oscuridad, nos cubríamos por completo con una manta. Era un escape y esa sensación permanece con nosotros y se activa al cubrirnos con una manta.