La tarea de ser padres y criar a un niño es muchas veces bastante complicada si no se tienen las herramientas necesarias. La responsabilidad de educar e inculcar valores y principios a una nueva generación es bastante abrumadora pero no imposible. Las críticas constructivas son las necesarias para enseñar sobre la vida, si se dan con amor y respeto siempre son válidas.
Según el Dr. Daniel Amen, psiquiatra infantil, muchos padres tienen miedo de ser muy severos con sus hijos al momento de corregirlos. Pero Amen destaca dos características que convierten a un padre en uno bueno, ser firme y ser amable. Reprender a un hijo por algo malo que hizo es ser firme pero siempre debe hacerlo de manera amable y comunicativa, permitiendo construir la relación padre-hijo.
El momento es que te comuniques con tu hijo debe estar libre de ira, para no ser tan severo. En vez de decir “eres un niño malo”, debes decir “lo que hiciste fue inapropiado”.
Según el Dr. Amen lo fundamental para corregir a nuestros hijos es el amor, porque mientras el niño se sienta querido estará dispuesto a escuchar con más atención sobre los comportamientos inadecuados que tiene.
La clave, según el Dr. Amen, es escucharse y pasar tiempo juntos. Estas dos características son esenciales para lograr el amor entre la relación padre e hijo. Cuando logres esto en la relación podrás tener la confianza y serenidad como padre para hablarle a tus hijos sobre su comportamiento.
La técnica llamada “El Sandwich” consiste en primer lugar en decirle al niño qué características aprecias de él, luego opinar sobre cómo puede cambiar s comportamiento, después preguntarle al niño qué entendió de lo que le dijiste y corregirlo si es necesario, y finalmente recordar a tu hijo cuanto lo quieres y que te preocupas de su bienestar.
