Los calambres son contracciones musculares benignas, pero bastante dolorosas, que afectan principalmente las pantorrillas y los dedos. Pueden durar entre 30 segundos y 10 minutos, y desaparecen solos, pero se puede seguir sintiendo una sensación incómoda en la zona por horas.
Es normal sentir calambres, pero si estos son recurrentes, deberías contactar a un profesional para descartar una insuficiencia venosa o un posible reuma incipiente. Las causas de los calambres son difíciles de identificar, sin embargo existen algunos factores de riesgo comunes entre las personas que los padecen:
- Embarazo
- Actividad física intensa
- Dieta alimentaria desequilibrada (escaso aporte de sales minerales y fibras)
- Escasa hidratación
- Permanecer sentado en una posición por mucho tiempo
- Exceso de esfuerzo en los músculos de las piernas
- Alcoholismo
- Parkinson
- Pie plano
- Diabetes
¿Cómo aliviar los calambres?
Existen algunos ejercicios de estiramiento para los músculos afectados que te ayudarán a calmar el dolor.
- Calambre en las pantorrillas: Siéntate y estira la pierna afectada, con el pie hacia arriba. Toma el extremo del pie con las mano y estíralo hacia el cuero, sin doblar la pierna.
- Calambre en el pie: Siéntate y extiende los dedos afectados.
- Calambre en las piernas: Acuéstate de espalda y estira la pierna afectada llevándola hacia el cuerpo. Mantén la posición por 10 segundos y luego descansa. También puedes masajear la pierna de abajo hacia arriba para que se facilite la circulación sanguínea, puedes hacerlo dos o tres veces al día para prevenir los calambres.
¿Cómo evitar los calambres?
Lo primordial es la buena hidratación y la alimentación saludable, incorporando legumbres y fibra. La actividad física también contribuye, especialmente los ejercicios de estiramiento.
- Ponte de pie a un metro de la pared, inclínate hacia adelante para tocarla con las manos, pero sin despegar los pies del suelo. Mantén la posición por 10 segundos, relájate 5 segundos y repite.
- Precalienta los músculos antes de comenzar la actividad física intensa, además de una buena hidratación.
- Dúchate con agua tibia antes de dormir, te ayudará a la buena circulación.
- Usa una almohadilla térmica en las zonas afectadas.
- Consume alimentos ricos en potasio y magnesio.
- Usa calzado ergonómico, ya que la suela está adaptada para reducir la presión al caminar y al estar de pie, además es capaz de distribuir el peso del cuerpo de manera uniforme.
Recuerda que algunas veces los calambres nocturnos se relacionan con efectos secundarios de un tratamiento o son los síntomas de una enfermedad como insuficiencia arterial y venosa o la neuropatía periférica, por lo que si son recurrentes debes consultar a tu médico.