Lo único cierto en esta vida es que todos vamos a morir, es triste pensarlo, pero así es la vida y para cuando llegue ese momento ya deberíamos haber pensado en la ceremonia que queremos para que nuestros amigos y familiares se despidan de nosotros.
Algunos optan por la ceremonia tradicional dentro de un ataúd, otros prefieren cremar sus cuerpos y repartir sus cenizas y los más ecológicos escogen devolver su cuerpo a la naturaleza transformándolo en abono.
De eso se trata un revolucionario proyecto estadounidense que va más allá y pretende implantar una nueva manera de dejar huella en la tierra después de morir.
La mente creadora es Katrina Spade, quien junto a su empresa Recompose, entrega una alternativa ecológica a quienes buscan reemplazar las tradicionales ceremonias funerarias.
“Conviértete en tierra cuando mueras”
Descripción de Recompose en su página web
El proceso consiste en convertir el cuerpo humano sin vida en abono, para pasar a ser parte de la tierra y “que el ciclo de la vida pueda continuar a través del mundo natural”.
“La muerte es profunda, trascendental y más allá de nuestra comprensión. Con un enfoque que es tan práctico como significativo, Recompose conecta el final de la vida con el mundo natural“.
Spade en el sitio web de su empresa
La nueva alternativa comenzó en diciembre de 2020 y actualmente está funcionando en Seattle, Washington, Estados Unidos, en un espacio al que llaman The Greenhouse. El lugar cuenta con diez recipientes de cilindros de acero, donde se introducen los cuerpos fallecidos que luego de 30 días, se convierten en abono.
La persona fallecida se pone sobre una mezcla de astillas de madera, alfalfa y paja, con la idea de formar un capullo. Con la ayuda de las bacterias y los microbios el cuerpo se descompondrá y culminará en un suelo limpio y utilizable que, luego de un mes, se devuelve a la familia o se dona a Bells Mountain, un fideicomiso de unas 283 hectáreas.
Si una persona opta por contratar este servicio, puede formar parte de su jardín, por ejemplo.
“Se estima que hay 1 millón de acres [hectáreas] de tierra dedicados a los restos humanos y alrededor de 4 millones de acres de bosque que se pierden cada año para la producción de ataúdes”.
My Modern Met
El servicio cuesta 5.500 dólares e incluye el traslado del cuerpo.