Cuando el primogénito alcanza la edad suficiente, los padres tienden a suspirar de alivio porque le pueden delegar tareas domésticas. Pero también en ocasiones les piden cuidar a los más pequeños del hogar, para conseguir algo de tiempo libre.
No obstante, que los mayores cuiden a sus hermanos puede tener algunas consecuencias negativas. A continuación te contamos por qué.
Le entregas demasiada responsabilidad
Aunque cierto nivel de responsabilidad es saludable para tus hijos mayores, existe una gran diferencia entre pedirle a tu adolescente que vigile a tu hijo menor mientras preparas la cena a que cuide por horas a sus hermanos mientras no está bajo tu supervisión.
Seguramente no habrá problema si tu hijo está de acuerdo, pero a menudo el mayor no tiene otra opción que crecer para “estar a cargo” y esto se transforma en una carga que no desean. Siempre debería existir un límite, pues nunca tu hijo debería estar actuando como otro padre para el menor.
Procura no olvidar que no importa lo maduros que parezcan tus hijos, ellos siguen siendo niños y no están listos para una responsabilidad así de grande: no pueden manejar algunas situaciones y, si ocurriera un accidente, la culpa pesará siempre sobre ellos.
Recuerda que no son profesionales
Aunque los niños mayores pueden ayudar como una forma de niñera muy conveniente cuando no puedas pagar el cuidado profesional de una, recuerda que no debes esperar el mismo nivel de devoción y profesionalismo. Como aún son niños, los adolescentes no saben alimentar bebés, cambiar pañales o siquiera cómo reaccionar adecuadamente a una rabieta.
En familias numerosas, necesitar la ayuda de los mayores es casi inevitable pero siempre debes asegurarte de que las tareas que le encargas a cada hijo sean de acuerdo con su edad. por ejemplo, ayudar en casa, jugar con sus hermanos, leerles antes de acostarse y cosas simples como esas.
Están sacrificando su propia infancia
Es típico que los padres obliguen a los mayores a abandonar sus actividades recreativas porque los más pequeños de la casa necesitan ayuda.
Pero es importante que tus adolescentes vivan como corresponde su propia etapa de desarrollo, teniendo espacio para divertirse en lugar de cambiar pañales, revisar tareas ajenas y cosas de ese estilo. Siempre recuerda dejar que los niños sean niños mientras puedan.
Puede que empeore las relaciones entre tus hijos
Cuando obligas a tu hijo mayor a vigilar a sus hermanos, puede que se desarrolle cierto resentimiento entre ellos. Primero porque los mayores pueden sentir que les presionas demasiado, y segundo porque el papel de autoridad que los mayores deben asumir al ser cuidadores muchas veces genera fricción. Esto podría potenciar la aparición de discusiones o incluso peleas.
No es su trabajo
A menudo los padres esperan que sus hijos mayores cuiden gratis a sus hermanos, creyendo que es apenas una tarea habitual. Pero los preadolescentes y adolescentes no están de acuerdo, pues saben que las niñeras profesionales reciben pagos por sus servicios y no les parece justo que ellos no sean compensados.
Si usas a tus hijos como niñeras ocasionales, no tienes para qué darles dinero. Pero cuando el cuidado de niños es algo regular para ellos y termina ocupando buena parte de su tiempo, lo ideal es encontrar alguna clase de compensación.
No tiene para qué ser dinero: pueden ser privilegios adicionales, la compra de un artículo deseado o, si son lo suficientemente mayores, dejar que usen tu automóvil. Lo que sea que le des a cambio, debe ser para demostrarle que su trabajo es apreciado.
