Todas las especies tienen un impacto en el ecosistema del planeta, pero la actividad humana trae consecuencias cuyos residuos se extienden a lo largo y ancho de todo el globo.
Muchas veces, creemos que la basura que se vacía en el océano puede ser peligrosa sólo para los animales de pequeño tamaño: aves o tortugas que se enganchan en anillas o bolsas de plástico, focas o delfines atrapados en las redes, etcétera.
Pero no son los únicos que sufren debido al impacto medioambiental del funcionamiento de la sociedad actual.
Las actividades humanas en el mar también producen gran cantidad de desechos que pueden afectar a las especies más grandes que habitan los mares. Y justo eso es lo que vivió un grupo de buzos en Solmar V (Roca Partida, México).
Mientras estaban buceando, vieron impresionados cómo se les acercaba un enorme tiburón ballena. Si bien sabían que estos peces son pacíficos, su gran tamaño de todas formas los vuelve peligrosos pues pueden poner en un aprieto hasta al buceador con más experiencia.
Creyendo que simplemente se había acercado a curiosear, los buzos se quedaron tranquilos y esperaron que llegara cerca de ellos. Fue entonces cuando descubrieron que el animal tenía una gigantesca cuerda rodeando su cuerpo, incrustándosele en la carne y provocándole un dolor muy intenso.
Rápidamente, el equipo se organizó para ayudar al tiburón ballena y, con paciencia y cuidado, pudieron romper la soga que estaba dañando al animal. Si bien le quedará una enorme cicatriz debido a la herida, al fin puede nadar libre y recuperarse en las profundidades del Pacífico.
Mira las impresionantes imágenes del registro que los buzos hicieron del heroico rescate:
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