Royce fue encontrado vagando por las calles de Miami, Florida y un refugio del lugar decidió rescatarlo para curar sus heridas y moretones que invadían su cuerpo.
El perro no había pasado una buena vida en las calles, pero con la ayuda de los voluntarios se recuperó y logró que lo adoptaran, sin embargo, al poco tiempo lo devolvieron. Otra vez lo adoptaron, pero pasó lo mismo, fue devuelto al refugio.
«Supongo que fue adoptado porque tiene una cara tan hermosa, pero desafortunadamente, con esa cara viene mucha energía. Es muy impulsivo y es extremadamente inteligente. ¡Esa es la fórmula para un perro que necesita mucha supervisión y límites!”
David Sebba, dueño de Royce a The Dodo
El refugio decidió que luego de su segunda devolución su situación era “inaceptable”, por lo que pronto estaría en peligro de ser sacrificado.
Cuando uno de los voluntarios del refugio compartió la situación de Royce en su cuenta de Facebook, en julio de 2017, David Sebba se topó con este llamado desesperado para que alguien lo pudiera adoptar.
«Tiene una sonrisa natural para él que realmente me impresionó. Es difícil de explicar. Sabía que, como perro devuelto, sus posibilidades de salir de nuevo eran escasas, así que tomé la decisión de agregarlo a nuestra familia”
David Sebba, dueño de Royce a The Dodo
David ya había tomado la decisión de rescatar a Royce, pero él se encontraba en Orlando y el perro en Miami, a varias horas de distancia. Afortunadamente esto no fue un impedimento para Sebba, quien recorrió más de 320 kilómetros para salvar a su nuevo amigo.
Alcanzó a llegar al refugio antes de que cerrara y un voluntario lo llevó al lugar donde se encontró con Royce por primera vez.
Los refugios no son el lugar ideal para que un perro tenga una larga estadía, son bastante estresantes y Royce solo quería salir a jugar y correr.
Ambos se emocionaron bastante cuando descubrieron que calzaban perfectamente y Royce no dejaba de oler a David, quien lo subió a su automóvil para darle una vida libre y cariñosa.
«Cuando entró por primera vez, inmediatamente encontró una pelota de tenis con la que jugaba nuestro otro perro y corrió como un loco”
David Sebba, dueño de Royce a The Dodo
David lo llevó a su casa, donde también vivían unos lindos gatitos, pero Royce no entendió muy bien cómo interactuar adecuadamente con ellos, por lo que Sebba temía que los pudiera lastimar accidentalmente.
Finalmente se le ocurrió una genial idea que, además de hacer muy feliz a Royce, le entregó la compañía que necesitaba a otra persona.
La madre de Sebba vivía sola en Orlando y pensó que le haría muy bien tener a Royce como nuevo compañero de casa. Hasta el momento han funcionado perfectamente.